La sexualidad es un don maravilloso que Dios le otorgó a los seres humanos. A pesar de eso, este tema ha provocado desacuerdos dentro de la relación conyugal.
El tema de la sexualidad se ha visto como controversial por muchos años en los ámbitos cristianos. Durante siglos se lo ha visto como malo, humillante, pecaminoso. Tal ha sido el descrédito en el que ha caído que se hace necesaria una investigación fiel y sincera, para conocer el mensaje que Dios nos ha dado sobre este espinoso tema a través de las Escrituras Sagradas.
El tema de la sexualidad es un tema muy amplio; en esta materia nos dedicaremos a los asuntos que competen a la sexualidad en la pareja y a algunos transtornos comunes de la sexualidad y como tratarlos. Las llamadas “perversiones sexuales” o parafilias, NO los vamos a tratar en esta materia porque las mayoría de ellos son casos psiquiátricos que no nos compete, terapeuticamente hablando, como Consejeros cristianos.
El ser humano, a diferencia de los animales, crea una forma de amarse y expresar su sexualidad. La sexualidad es un acto social, cultural y político.
Nuestra sexualidad humana [dentro del matrimonio] se basa en los principios establecidos en la Biblia. Ya desde el Antiguo Testamento, y específicamente desde el libro de Génesis, Dios fijó el «paradigma» o modelo de sexualidad cuando creó a Adán y Eva.