Cuántas crisis de parejas existen en el tiempo que vivimos. Hemos escuchado casos de parejas rotas debido a problemas sexuales no resueltos, infidelidades cuya causa a sido ocultar conflictos de carácter sexual, frustraciones debido a las monotonías reinantes. Hoy, más que nunca, necesitamos una pastoral de pareja, una pastoral del amor y la sexualidad. Una sexualidad vivida sin represiones, sin culpas y sin temores. Una pastoral que hable de frente sobre lo que somos: seres sexuados. Dios nos creó como seres sexuados y los pastores así como líderes cristianos necesitamos aprender más sobre este tema sobre todo para aconsejar a la gente desde una perspectiva bíblica sin dejar los conocimientos científicos y biológicos del tema.
La culpa, El miedo y La ignorancia, son algunos de los enemigos de la sexualidad. En la labor pastoral, muchos pastores hemos descubierto que muchas de las crisis matrimoniales provienen o emergen a partir de una mala, incorrecta, insuficiente relación sexual, producto de la ignorancia del tema debido a los prejuicios espirituales para abordarlo. Por eso como pastor, como consejeros cristianos debemos disponer de un conocimientos más completos para tratar el tema ya sea en una sesión de consejería como también en un talleres o conferencias para educar a los jóvenes y matrimonios.
Estudiar este tema nos podría llevar a mirar el matrimonio como una experiencia excitante, creer que en Cristo el matrimonio puede alcanzar el goce de las bendiciones que Dios ha puesto en ello es una meta alcanzable.
Entre nuestros alumnos existen diferentes tendencias dogmáticas y religiosas que ya ha visto estos temas desde el punto de vista de sus organizaciones religiosas, por lo que sugerimos realizar el estudio de esta materia con una mentalidad abierta y sobre todo siguiendo el consejo del Apóstol Pablo “Examinarlo todo y retened lo que es bueno”.
Bendiciones
DR. HÉCTOR SALINAS AYALA
UNIVERSIDAD